La causa individual más común para la falla de un engranaje, es por la lubricación inadecuada, por selección, cantidad de aporte y técnica de aplicación inadecuadas. El lubricante apropiado es uno de los factores más importantes para lograr un servicio seguro y sin fallas. La viscosidad es la principal consideración al seleccionar los lubricantes. Los engranajes abiertos, operando a velocidades muy lentas (15 rpm), puede requerir viscosidades tan altas como 2.200 cst. (AGMA 9005-E). En paralelo, como estamos ante situaciones de fricción mixta o lubricación límite, la prevención de daños depende directamente de la calidad y tipo de lubricante a seleccionar. Un lubricante de baja calidad tiene un efecto directo en la formación de daños como Scuffings, o desgaste abrasivo, y en la formación de corrosión. Las consecuencias de una escasez de lubricante normalmente influye en las deformaciones como el desarrollo de ondeando, la fluencia en caliente o frío. Las superficies de flancos de engranajes nuevos (o dañados) no son suaves. A nivel microscópico aparecen como una secuencia de picos y valles, es decir asperezas o rugosidad. En el diagrama de esfuerzos sobre el diente tenemos:

1. Esfuerzo de rodadura pura en la línea de diámetro primitivo, que disminuye en dirección a los extremos de pie de diente y cabeza respectivamente.
2. Esfuerzo de fricción que tiene un valor teórico cero en la línea de diámetro primitivo y máximo en cabeza y pie de diente respectivamente, contrario a la magnitud del esfuerzo de rodadura.

Al producirse el engrane, el contacto se limita a los picos de asperezas opuestas entre ambas superficies de los respectivos flancos de presión. Utilizando lubricante de accionamiento abiertos, de tipo convencional, éstas asperezas o irregularidades de superficie generalmente se cortan, o se ven sometidas a un ciclo de “soldadura y fractura”, llevando a mayores daños e incluso mayores irregularidades en las superficies.

Por lo tanto se puede considerar que por efecto de “colchón” lubricante, usando altas viscosidades de aceite base (tanto bases asfálticas como no asfálticas de film tenaz) en uso actualmente en el mercado, no se logra una lubricación totalmente eficiente y segura, especialmente en lo que concierne a la protección contra el “pitting”, en condiciones de servicio “límite”.

Se requiere por lo tanto de una capa de protección química y física, altamente efectiva, que prevenga evitando que los puntos de contacto se vean sometidos a altas cargas específicas y forme daños de soldadura o desgaste de las superficies.

Podemos considerar que la situación ideal se logra con formulaciones de lubricante que no solo tiene un aceite base de alta viscosidad, y un paquete de aditivos químicos de extrema presión y antidesgaste, sino también contiene el agregado de una combinación de aditivos sólidos, que se interponen entre las crestas. Como resultado, el efecto de esta formulación produce que estas crestas cedan y sean empujadas a los “valles”.

El resultado final es un mejoramiento de la suavidad de las superficies de engrane. Al momento de realizarse una limpieza durante una parada de servicio, se podrá observar las superficies con “brillo espejo”. Este proceso también conocido como “aplanado”, resulta de la combinación de altas cargas específicas en presencia de una efectiva barrera anti–desgaste. La consecuencia directa sobre daños de pittings existentes, es el redondeado de los filos, y detención del avance de los mismos.